11 de diciembre de 2009

Chucherías: tentación dulce pero poco saludable

El consumo de golosinas no proporciona a nuestro organismo nutrientes necesarios, por lo que su consumo habitual es desaconsejable. Aportan calorías, azúcares y aditivos en exceso.

En esos dulces con nombres o formas tan apetitosos como jamones, plátanos, huevos y moras hay azúcares, jarabe de glucosa, agua, gelatina, aromas, colorantes y otros ingredientes con los que se elaboran las gominolas coloreadas. Si en lugar de estar cubiertos de azúcar brillan al modo de regalices y fresas es porque en su elaboración se han utilizado aceites y ceras. Pero ninguno de estos ingredientes son necesarios o provechosos para la dieta, ya que hay alimentos que aportan esos nutrientes en proporciones más equilibradas que las de las chuches.

Consumir golosinas con frecuencia o en grandes cantidades es un hábito poco saludable porque propicia malas digestiones e hinchazón abdominal, y se asocia también a las infecciones de hongos, bacterias y parásitos que, a su vez, generan una mayor ansiedad por ingerir azúcares. El abuso de dulces predispone, además, a la obesidad, a la diabetes, a la caries y a los problemas cardiovasculares.

Las golosinas carecen de interés nutricional, son del todo prescindibles en la dieta.

Y demasiado azúcar favorece, asimismo, los catarros e infecciones y la aparición de la caries: las golosinas pegajosas quedan adheridas a los dientes y las bacterias de la boca transforman sus azúcares en ácidos que deterioran el esmalte dental; es por ello que se insiste en la necesidad de cepillarse los dientes después de comer chucherías.

En los aperitivos salados como gusanitos y similares colorean la harina, la grasa y la sal. Y la mayoría de estos colorantes son artificiales. Entre ellos figuran los azoicos, que pueden dar lugar a reacciones adversas en individuos predispuestos.

¡¡ATENCIÓN MAMÁS- PAPÁS.... FAMILIARES!!

Las chuches tienen demasiado azúcar, además de muchos aditivos, entre otros aromas, colorantes, saborizantes. Y son una bomba de calorías.
No pueden complementar platos ni, menos aún (y aquí entran también bollos, galletas y similares) sustituir un plato o una comida.
Consumidos con frecuencia o en grandes cantidades, causan problemas: quitan apetito a los niños, y promueven la caries y el exceso de peso.

Hay que enseñarles a los peques que reserven las chuches para días y momentos especiales. Aunque no lo parezca, disfrutarán más de ellos que si los comen cada día. Y los asociarán con el día de descanso o fiesta y con el premio, es decir, con cosas positivas e, importante, ocasionales.

E DESPOIS DE LER ESTO... QUEN QUERE CHUCHES?

REFLEXIONADE, PENSADE NA VOSA SAÚDE. GRAZAS.

UN SAÚDO, Belén.


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